miércoles, 11 de noviembre de 2015
LIMPIEZA ECOLÓGICA DE SUELOS
Los friegasuelos convencionales contienen sustancias tóxicas que empeoran la calidad del aire en tu casa y provocan multitud de reacciones alérgicas; muchos naturópatas piensan que incluso son cancerígenos.
Hay una alternativa ecológica que deja los suelos limpios, brillantes y desinfectados: fregar con el zumo de un limón disuelto en agua, a la que puedes añadir unas gotitas de aceite esencial de romero o lavanda. El aire queda limpio y perfumado y aprovechas las propiedades curativas de los aceites esenciales. ¡Es delicioso limpiar así!
domingo, 20 de septiembre de 2015
LIMPIEZA ECOLÓGICA DE TU ROPA
Desde la infancia hemos aprendido a relacionar la limpieza con el uso de productos tóxicos como detergentes para la ropa, friegasuelos, lejía y ambientadores sintéticos.
En realidad, la limpieza está conectada con el disfrute del aire limpio, cargado de oxígeno, con los ambientes en los que hay plantas o se está cerca del mar o en una montaña, donde hay menos radiaciones electromagnéticas, menos tóxicos y menos sustancias sintéticas volátiles.
Hay muchas opciones económicas, ecológicas y agradables para limpiar y perfumar tu casa sin utilizar productos tóxicos. Hoy veremos cómo lavar la ropa sin usar detergentes industriales.
Para ello, se ponen tres cucharadas de bicarbonato sódico en el recipiente del detergente, y medio vasito de vinagre en el del suavizante. La ropa se queda limpia y sin ese fuerte olor a jabón industrial que provoca tantas alergias. Ten en cuenta que las sustancias químicas nocivas con que lavamos la ropa son absorbidas luego por nuestra piel, que no es impermeable, sino porosa. No te preocupes por el olor del vinagre porque lo que hace éste es desodorizar y suavizar la ropa sin dejar rastro. Ya llevo un par de años lavando así y estoy encantada con este descubrimiento. Eso por no hablar de lo que se ahorra en detergente y suavizante, dos productos caros y sumamente tóxicos.
En realidad, la limpieza está conectada con el disfrute del aire limpio, cargado de oxígeno, con los ambientes en los que hay plantas o se está cerca del mar o en una montaña, donde hay menos radiaciones electromagnéticas, menos tóxicos y menos sustancias sintéticas volátiles.
Hay muchas opciones económicas, ecológicas y agradables para limpiar y perfumar tu casa sin utilizar productos tóxicos. Hoy veremos cómo lavar la ropa sin usar detergentes industriales.
Para ello, se ponen tres cucharadas de bicarbonato sódico en el recipiente del detergente, y medio vasito de vinagre en el del suavizante. La ropa se queda limpia y sin ese fuerte olor a jabón industrial que provoca tantas alergias. Ten en cuenta que las sustancias químicas nocivas con que lavamos la ropa son absorbidas luego por nuestra piel, que no es impermeable, sino porosa. No te preocupes por el olor del vinagre porque lo que hace éste es desodorizar y suavizar la ropa sin dejar rastro. Ya llevo un par de años lavando así y estoy encantada con este descubrimiento. Eso por no hablar de lo que se ahorra en detergente y suavizante, dos productos caros y sumamente tóxicos.
RUTINA YÓGUICA
Prueba esta rutina yóguica:
Levántate temprano. Limpia tu lengua con un rascador (puedes conseguirlo en cualquier farmacia). A continuación, cepíllate los dientes, el paladar y la lengua con bicarbonato sódico, en el que habrás vertido previamente unas gotas de aceite esencial de menta (antiséptico y desodorante) y de árbol de té (antiséptico). Enjuágate con agua mineral.
Seguidamente, date una ducha de agua fría, que te estimulará y borrará cualquier rastro de pereza o malhumor y dejará tu piel sonrosada y lustrosa.
Luego sécate con una toalla rugosa y aplícate aceite de almendras dulces con unas gotas de aceite esencial (en épocas de calor vienen bien la lavanda y la menta piperita, por ejemplo; en invierno, sándalo y rosa).
Después abre tu esterilla, cúbrela con una sábana o manta de algodón y comienza tu práctica: haz un breve calentamiento y luego una kriya o secuencia de asanas. Después una relajación y luego una meditación con mantra o silenciosa, por ejemplo, centrando tu atención en el entrecejo, el punto del tercer ojo.
Empezar así el día te rodea de un escudo protector y te hace sentir en calma, con energía y de buen humor para afrontar los retos que se presenten y disfrutar de la belleza de la vida.
Levántate temprano. Limpia tu lengua con un rascador (puedes conseguirlo en cualquier farmacia). A continuación, cepíllate los dientes, el paladar y la lengua con bicarbonato sódico, en el que habrás vertido previamente unas gotas de aceite esencial de menta (antiséptico y desodorante) y de árbol de té (antiséptico). Enjuágate con agua mineral.
Seguidamente, date una ducha de agua fría, que te estimulará y borrará cualquier rastro de pereza o malhumor y dejará tu piel sonrosada y lustrosa.
Luego sécate con una toalla rugosa y aplícate aceite de almendras dulces con unas gotas de aceite esencial (en épocas de calor vienen bien la lavanda y la menta piperita, por ejemplo; en invierno, sándalo y rosa).
Después abre tu esterilla, cúbrela con una sábana o manta de algodón y comienza tu práctica: haz un breve calentamiento y luego una kriya o secuencia de asanas. Después una relajación y luego una meditación con mantra o silenciosa, por ejemplo, centrando tu atención en el entrecejo, el punto del tercer ojo.
Empezar así el día te rodea de un escudo protector y te hace sentir en calma, con energía y de buen humor para afrontar los retos que se presenten y disfrutar de la belleza de la vida.
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